Cuentos: Mi Maestra es Chimba

Camila tiene cinco años y va a estudiar el primer grado, su cara es linda, con unas mejillas rosadas que provoca acariciarlas, sus ojos grandes, en su mirada se descubre el movimiento, las formas… te hace concebir colores.

Ella dice, que me quiere hasta el último planeta que existe.

Cuando platicamos por teléfono, Camila me manda besos y si le pregunto cuántos, ella responde: –Hasta donde se acaban los números –y lo dice en tono de sabiduría y dominio en cuestiones matemáticas.

Una vez mientras jugábamos, mirándome a los ojos, me dijo:

– Abuela – y mostraba firmeza y seriedad – ¿tú sabes cuánto te quiero?... bueno, hasta más y más lejos que la torre Eiffel– entonces se quedó pensando un ratico y enfatizó – ¿¡y sabes dónde queda eso!?

 – No… no sé

 – Bueno, eso esta lejíiiiisimo, que te duermes y te despiertas, te vuelves a dormir y después llegas –y sacudía sus cabellos cuando hablaba.  

En estos días escuché su voz sonora, alegre, vibrante – Hola abuela

¿Qué se dice? –Pregunté

– Ben-di- ción, pero no puedo hablar mucho – dijo de inmediato – porque hoy me tengo que acostar temprano.

Cuando inquirí el por qué de la premura, la escuché gritar

– ¡Mamáaa mi abuela no sabe nada! ¡Umjuuu!... –y comenzó a contar… porque mañana voy para el colegio, otra vez para estudiar la “m” con la “a” y otra vez la “m” con la “a” para que diga “mamá”, pero esa ya me las sé, porque la aprendí con mi maestra Fabiola.

–Pero ¿sabes?

–No… no sé

–Bueeeno… ¡tengo muchos útiles! libros, cuadernos, creyones y también un lápiz porque seguro, ¡seguro! que la maestra nos va a poner tareas.

Ese día me envió tantos besitos, que los pude regar por todas partes y hasta el abuelo andaba todo lleno de besitos por todos lados.

Al día siguiente, cuando Camila regresó del colegio sofocada y emocionada contaba:

– ¡Esa maestra es “chimba”!  – y tomaba aire para decirlo –lo único que nos puso de tarea fue hacer unos dibujiiitos ¡nada mas!, igualiiiiito como me hace mi abuela.

Katerina Femayor

27- 09- 2007